La libertad de pensamiento y expresión está en terrible riesgo. Esta es la premisa que el autor Gad Saad hace en su libro “The Parasitic Mind: How Infectious Ideas Are Killing Common Sense“. Antes de seguir escribiendo es importante hacer un paréntesis para advertirles que, si deciden leer este libro, deberán hacerlo con una mente muy abierta, pues el autor es sumamente polémico, principalmente por sus observaciones sobre asuntos que aborda son en sí mismos polémicos. También quiero aclarar que, el invitarlos a leer este libro no implica que esté de acuerdo con todos los planteamientos, aunque coincido con algunos.
La diversidad de pensamiento nos ayuda a crecer, a abrirnos a nuevos puntos de vista y a salir de nuestra burbuja de conocimiento; por ello quiero compartir los planteamientos que considero son valiosos de la obra de este autor. Mismos que creo firmemente deben ser analizados y discutidos a profundidad.
El miedo a la libertad de pensamiento
Uno de los aspectos centrales que pone el autor sobre la mesa, es que cada día hay más miedo a expresar ideas y opiniones, esto debido a que las redes sociales se han vuelto un hervidero de emociones (principalmente negativas) donde la tolerancia está olvidada. Antes, las redes sociales eran un espacio para compartir las ideas de cualquier tipo desde las más sencillas hasta las más complejas. Sin embargo, hoy en día el hate está a todo lo que da. Cada vez es más común “pensarle” (censura previa) dos veces antes de lanzar una opinión en redes porque sus efectos pueden ser devastadores. Ya no hay manera de escapar a este odio sistemático de las redes sociales y no se limita a temas políticos. Si uno tomó la libertad de cambiar y volverse vegano, los “carnívoros” lo critican, si uno ama los coches, los amantes de las bicis lo critican, si uno gusta del cine hollywoodense, los fanáticos del cine independiente lo critican.
Reflexión
La libertad de pensamiento en redes está completamente vulnerada y en mucho se debe a que la tolerancia y la apertura a nuevas ideas está olvidada. Aquí discrepo del autor, pues él asegura que debemos de “acostumbrarnos” y “aguantarnos” en pro de la libertad de expresión. No obstante yo creo que podemos seguir ejerciendo nuestra libertad de expresión en un espacio de tolerancia hacia el otro.
La libertad de pensamiento enriquece a la humanidad
Uno de los planteamientos claves de la obra del autor radica en que la polarización que estamos viviendo en gran medida se debe a la negación de la existencia de otros puntos de vista. El autor es muy crítico hacia el pensamiento de “izquierda” que está negado a aceptar cualquier planteamiento de la “derecha” por considerarlo retrógrada. No obstante, lo mismo vemos con la derecha, se niega a aceptar una postura de izquierda por considerarla “peligrosa” o “populista”. Así hemos estado los últimos 10 años en redes sociales, lanzando insultos a diestra y siniestra pero sin tomarnos el tiempo para escucharnos para debatir realmente una idea. El debate de las ideas, de sus posturas políticas e ideológicas perdió ante el insulto. La libertad de pensamiento es parte de nuestros derechos fundamentales y nos ayuda a comprender al otro, a ver otro ángulo que no habíamos considerado.
Reflexión
La libertad de pensamiento nos enriquece porque estamos expuestos a nuevas ideas sin las cuales perdemos una oportunidad valiosa de aprender y crecer. Con ello no estoy diciendo que demos por buena una idea por nociva que parezca, pero que nos demos la oportunidad de entender y escuchar al otro.
El relativismo está destruyendo la verdad
El pensamiento relativista está destinado verdades universales que necesitamos proteger, nuestra clara de ello es la situación que estamos viviendo actualmente con la pandemia. Cada vez es más común escuchar o leer opiniones de personas del movimiento antivacunas. Señalamientos en redes sociales acerca de que la vacuna del COVID es un invento de Bill Gates para controlarnos mediante un chip 5G. Ésta es la aseveración más osada, no obstante los argumentos antivacuna son tan variados como su imaginación se los permite. Esto es peligroso porque son mentiras que están contaminando el juicio de las personas y que están causando un daño terrible. El pensamiento relativista está haciendo que nos volvamos tolerantes ante lo que no deberíamos. Estamos permitiendo que éstas y otras mentiras se propaguen y pongan a toda la humanidad en riesgo.
Reflexión
El relativismo está permitiendo difundir informaciones e ideas falsas, comprende la libertad como un permiso para mentir. Si bien toda persona tiene derecho a expresarse debe hacerlo con responsabilidad. Todos buscamos una sociedad con más libertad de pensamiento y expresión pero siempre sustentado en la verdad. El relativismo y la falta a la verdad está permitiendo que ideas muy peligrosas circulen, a causa de sus opiniones sin fundamento. No señores no hay estudios que demuestren que las vacunas causan autismo. No, la vacuna del COVID no fue hecha por Bill Gates para controlarte y por el amor de dios, ¡LA TIERRA NO ES PLANA!.
¿Recomiendo este libro?
Como lo mencione anteriormente, creo que este libro puede tocar muchas fibras sensibles. El autor no tiene opiniones políticamente correctas en temas como el movimiento feminista, el islam o hacia las personas trans. Considero que para leerlo debes tener la mente muy abierta a escuchar sus ideas. Me parece que el valor del libro no yace en sus planteamientos en contra de estas posturas que él critica y sobre las que tiene juicios fuertes. Creo que la fuerza de este libro yace en su defensa a la libertad de pensamiento y a la libertad de expresión. Estos son para mí los temas que deberíamos de poner sobre la mesa y seguir discutiendo el fondo de ambas, pues nuestros tiempos nos exigen solucionar y erradicar problemas tan importantes como el odio, la desinformación, la polarización y las noticias falsas. Ojalá se animen a leerlo y así podamos dialogar sobre los planteamientos que dejo en esta entrada.