La guerra tecnológica entre el Gobierno de Donald Trump y el régimen de Xi Jinping está escalando a niveles alarmantes. Esta semana el Presidente Trump firmó una orden ejecutiva para detener la compra de equipos de telecomunicaciones que son usados para espiar a EEUU. Si bien esta orden se refiere a los “adversarios de Estados Unidos”, en todo el mundo se ha leído como un golpe a Huawei. La empresa china sostiene una larga guerra tecnológica con el gobierno estadounidense, pues se le ha acusado de ser una herramienta del Gobierno Chino para espiar y robar secretos industriales. Este veto abre la puerta a mayores tensiones entre el gigante asiático y Estados Unidos, mismas que podrían tener repercusiones globales. La seguridad nacional ha sido uno de los recursos discursivos más utilizados por la administración de Trump para justificar sus decisiones. No obstante, Huawei no mordió el anzuelo y se ha limitado a declarar que este veto significa una limitación para los consumidores estadounidenses.
Guerra tecnológica por el 5G y el control del internet mundial
La razón detrás de toda esta guerra digital, es el control mundial de la red 5G. Estados Unidos está presionando a sus aliados para que no permitan a Huawei competir en el desarrollo de dicha red. Por su parte, el Gobierno Chino y la empresa han iniciado un largo cabildeo con líderes mundiales para frenar estas presiones y garantizar la seguridad de sus convenios comerciales. Países como Australia y Nueva Zelanda ya vetaron la participación de Huawei, otros como Francia y España han resistido a la presión de Trump. Esta guerra tecnológica no sólo se ha sentido en la arena internacional, también ha sido el causante de fricciones políticas internas, como la que sufrió el gobierno de Theresa May, el 1 de mayo tras la destitución de su ministro de Defensa por filtrar información sobre la participación de Huawei en la implementación de la red 5G en Reino Unido.
¿Quién gana y quién pierde por esta guerra tecnológica?
¿Quién gana? Trump.
Como suele suceder con Trump, esta orden ejecutiva parecer ser una nueva estrategia electoral para consolidarse con su base. Esta Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional es una herramienta que el Presidente está usando para demostrar que está actuando con fuerza contra quienes están dejando sin empleo a los estadounidenses. Como el “muro fronterizo” esta acción únicamente es una demostración de fuerza del Presidente para mejorar su aprobación interna.
¿Quién pierde? Los consumidores.
Como siempre sucede en todas las guerras tecnológicas, los consumidores serán los únicos afectados por esta medida. La prohibición a Huawei afectará la competencia y los consumidores tendrán un mercado más cerrado en donde sólo algunos competirán. De acuerdo con un artículo del Washington Post, los operadores de telecomunicaciones en áreas rurales de EEUU, se verán severamente afectados por esta medida, pues mucha de su infraestructura ocupa tecnología de Huawei para operar. Estos costos, serán al final del día trasladados a los consumidores. Mientras el discurso del Presidente y de su base se hace cada vez más hostil y xenófobo, son los estadounidenses quienes pagarán los platos rotos.
¿Y China?
Todo parece indicar que China y Huawei no tendrán mayores repercusiones en el escenario internacional. Hasta el momento Europa parece estar haciendo caso omiso a la guerra tecnológica que Estados Unidos quiere desatar. El Presidente Macron ha dicho que Francia es un agente pragmático que creen en la cooperación y el multilateralismo. Además, aseguró que la ciberseguridad de Europa está garantizada. Por su parte, el otro gigante económico de Europa, Alemania, aseguró que las empresas que cumplan con los criterios fijados por el gobierno podrán participar en la licitación de la red 5G. Haciendo caso omiso a las amenazas de EEUU de dejar de compartir “inteligencia” con el gobierno alemán.
¿Y México?
Uno de los proyectos claves para el gobierno mexicano es la Red Compartida. Un proyecto que encabeza Altán Redes y que busca aumentar la cobertura y capacidad de los servicios de telecomunicaciones actuales. En 2017, pese a las presiones del gobierno estadounidense, Huawei ganó la licitación no obstante este nuevo panorama podría complicar la operación de la misma. La relación entre México y Estados Unidos no se encuentra en su mejor momento, la Casa Blanca está presionando a México en diversos frentes. Washington podría presionar al nuevo gobierno a frenar las inversiones de Huawei en nuestro país, afectando gravemente la operación de esta red. Al final, la guerra tecnológica entre China y Estados Unidos podría afectar uno de los proyectos más importantes para México en materia de conectividad.
El gran perdedor por esta guerra tecnológica: El mundo. Un análisis de Reuters asegura que esta guerra tendrá una afectación de 105 mil millones de dólares, sobre cadena de suministro de tecnología global. Un capricho bastante costoso del Presidente Donald Trump.