Westworld es una serie de HBO, que plantea una realidad en la que los humanos crean un parque temático sobre el Lejano Oeste con la ayuda de la Inteligencia Artificial (IA), para vivir la experiencia de estar en un lugar como ese, sin embargo, este espacio es también concebido para dar “rienda suelta” a los “bajos instintos” de la gente, es decir para cometer actos como el sexo y el homicidio. Los anfitriones (como se le conoce a los robots que habitan el parque) poco a poco van cobrando noción de su propia existencia y a cuestionar su papel en el parque. Finalmente, la IA se rebela y comienza a buscar “venganza” en contra de sus opresores, a fin de alcanzar sus derechos y defender su propia existencia. ¿Deben tener derechos los robots? ¿Los robots deberían ser creados por el humano para su entretenimiento? Esta es una pregunta que también se plantea David J. Gunkel en su libro “Robots Rights”.
¿Deben tener derechos?
El libro David J. Gunkel aborda cuatro planteamientos filosóficos sobre los derechos entre los robots. Por simplicidad y para invitarlos a leer el libro, únicamente tomaré en cuenta dos planteamientos y desarrollaré lo que considero es lo más relevante respecto a las cuestiones éticas que plantea el libro.
¿Deben tener derechos? No, son sólo herramientas para los humanos
La primera premisa sería un rotundo NO, los robots no deben tener derechos porque son un simple instrumento para los seres humanos, a pesar de que pudieran desarrollar una interacción parecida a la humana. El hecho de que ésta se diera, no necesariamente implicaría que los robots tuvieran consciencia, a pesar de generar un vínculo con los humanos.
No obstante, la vinculación haría necesario que la interacción se regulara de alguna u otra forma ¿Sería ético que la empresa desarrolladora del robot, tuviera acceso a las interacciones entre el humano y el robot? ¿Dónde queda el derecho a la privacidad de las personas? Otro de los argumentos de negar los derechos a las máquinas es que, a la fecha, los derechos no están garantizados para todas las personas ¿Por qué un robot entonces sí tendría acceder a esos beneficios por encima de una persona?
Peligros de negar los derechos a los robots
Por otro lado, uno de los peligros que observa el autor al negar derechos a los robots es la “normalización” de acciones destructivas. Como ejemplo se toma el caso de los robots sexuales, es probable que éstos jamás adquieran la capacidad de sentirse agredidos por la normalización de la violencia sexual; no obstante, para el humano estas acciones podrían llevarlo a ejercer conductas con sus pares o, en su defecto, afectar la capacidad de relacionarse de una manera sana con los otros.
Otro de los riesgos al no otorgar derechos a los robots, es que prácticas podrían permear en el funcionamiento general de la sociedad. Tal como sucedió en Estados Unidos durante la época de la esclavitud, cuando la institucionalización de esta práctica no únicamente afectó a la población afroamericana, también generó una sociedad violenta y propagó el racismo que a la fecha persiste.
¿Deben tener derechos? Sí y deben garantizarse
Sin embargo, al otorgar derechos éstos deben estar acompañados de obligaciones, las cuales podrían buscar el beneficio de las sociedades en las que son desarrollados. Por otra parte, estos derechos también protegerían a las personas a las que sirven. Por ejemplo, una persona con discapacidad que tuviera a su servicio un robot, podría verse beneficiada. La empresa desarrolladora se vería impedida a acceder a los recuerdos e interacciones que genere la máquina con el humano. Otro de los argumentos para otorgarle derechos a los robots, sería el de seguir limitando conductas destructivas y violentas en las sociedad actuales. Así como los derechos animales, protegen del maltrato y a su vez la reproducción y normalización de la violencia, de igual forma esta ampliación de los derechos buscaría restringir actos violentos entre las personas.
Peligros de otorgar derechos a los robots
El principal peligro que las democracias modernas tienen con otorgar derechos a los robots, radica en el derecho a votar o ser votado. Esto posiblemente al principio no parezca un problema, sin embargo podría ser el inicio de la dominación humana por la IA. Aunque suena como una exageración, quienes buscan otorgar derechos a los robots plantean que deben ser derechos universales también para ellos, a fin de garantizar el pleno ejercicio de los mismos sin ningún vicio de origen. Otro de los peligros que se observan está justo en las minorías que aún no gozan de un esquema de derechos universales, como es el caso de las personas transexuales, cuyos derechos como la identidad aún no está garantizado aún al 100 por ciento. ¿Cómo se explicaría a una persona transexual que una máquina goza de más derechos? Éticamente no es correcto.
Desde mi perspectiva…
¿Deben tener derechos los robots? No lo sé…
Así como el autor cierra su libro lo haré yo, tras analizar todas las variables y argumentos, no sé aún cuál es mi postura. Creo sin lugar a dudas que merecemos sociedades más libres y menos violentas; en ese sentido me inclino por pensar que otorgar derechos a la IA tendría enormes beneficios para la humanidad. No obstante, la garantía de los derechos humanos en el mundo aún está atrasada para grandes segmentos de nuestra sociedad, por ello considero que es indispensable otorgar éstos antes de siquiera pensar en los de un robot ¿Qué será primero? ¿Otorgar derecho a todas las personas o el avance de la robótica? Lamentablemente, creo que primero veremos robots en nuestros hogares, antes de tener sociedades más justas que garanticen los derechos a todos los individuos. Por ello, coincido con el autor que este debate es preciso iniciarlo a la brevedad.